En memoria de Pepe Marín

Tributo póstumo al célebre y querido abogado laboralista ciezano

Rosa Campos Gómez

Abogado, profesor universitario, activista cultural y social, especialmente el Club Atalaya… Muchas facetas formaban parte de la vida de Pepe Marín, que partió hacia ese viaje ineludible el pasado viernes. Persona querida y respetada por todo lo dicho y por esa cercanía sin alardes y tan visible.

Lo conocí hace años cuando formamos la primera Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Colegio del Parque. Pepe, a quien elegimos como presidente, junto al grupo de madres y padres que configurábamos este colectivo, hicimos una piña de apoyo incondicional por la educación de nuestros hijos e hijas, y muy creativa, creatividad que fue en aumento en los cursos con Carmen Toledo, maestra que apostó por la cultura de manera rotunda, consolidando 5 años inolvidables en los que pequeños y mayores fuimos creciendo con ganas e ilusión.

Llevamos adelante diferentes actividades extraescolares, implicándonos con esa fe laica en que los proyectos se cumplen si se trabajan, volcándonos con el mejor de los entusiasmos en el teatro, del que Pepe era un apasionado, él sabía que si introducíamos a las niñas y los niños en ese mundo de interacción y fantasía, usando la memoria y la acción como un juego, les haría disfrutar de la creación en equipo, y así fue.

Se escenificaron diferentes piezas de teatro en las que creábamos personajes para todo el alumnado, porque lo importante era la integración, y junto a ella el buen hacer, del que Pepe era adicto, por lo que los ensayos se repetían hasta que todo encajaba. Las madres y padres, estábamos al pie de escenario, cosiendo el vestuario y diseñando y dando forma a los decorados, hechos con la misma dedicación y pulcritud que si de manos expertas salieran, y no exagero.

Que la unión hace la fuerza es incuestionable, cómo si no hubieran cobrado forma, entre otras, El pájaro herido, Versos en la libreta, Sirenas y Piratas y El Dragón Regaliz, obra esta última con la que se recibió un premio regional y se actuó en el Romea. Y en todo este bullir, Pepe era una fuerza motora esencial y contagiosa; María Alarcón, alumna por entonces y hoy actriz profesional, lo recuerda como impulso importante en su vocación.

Todo este tiempo generó una especial amistad con su familia (un fuerte abrazo para su mujer, su hija e hijo) y con las demás familias que formamos aquel grupo proactivo en cultura y solidaridad que enriqueció nuestras vidas, un vínculo que a día de hoy permanece.

A raíz de aquellas representaciones teatrales, cuando publiqué el libro de literatura infantil que contenía una de estas pequeñas piezas, titulado Tres Historias y destinado a colaborar con la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, me atreví a pedirle unas palabras para el prólogo, y accedió con toda amabilidad, acompañándome también en la presentación… Un honor y un agradecimiento impagable sentí y siento hacia él por tanto recibido.

Porque es un tesoro de los días vividos en el que se percibe su calidad humana, permitidme que comparta una parte de su valioso y singular prólogo: “Me pide Rosa unas palabras de presentación, a las que no puedo negarme por la estima que le tengo, aunque posiblemente no sea la persona más indicada porque no soy desde luego ningún especialista en literatura infantil. Lo que sí que he hecho ha sido leer a mis hijos cuando eran pequeños innumerables cuentos y poemas, algunos de los cuales me emocionaron tanto como a ellos y casi los aprendimos de memoria en aquellos preludios nocturnos del sueño, momentos mágicos imborrables de nuestras relaciones. Sólo puedo decir que me hubiera gustado tener a mano en aquellos momentos estas “tres historias” (…)”.

Pepe Marín, un hombre que ha sabido entregar, porque lo tenía en su bagaje vital, honda inteligencia, sensibilidad, humildad y coraje, aportando calidez y humanismo entre quienes hemos tenido la gran suerte de conocerlo.

«Si yo he vivido parao,

¡ay! que me entierren parao.

¡Si pagué el precio que paga

el que no vive arrodillao!»

Con los acordes de Baglietto hemos despedido a un gran abogado, profesor y fundador del rincón más digno de esta Región, el Club Atalaya de Cieza. DEP Pepe Marín.

De Víctor Egío.

Vivir con ganas y con emoción, tanto es así, que siempre ha sido difícil seguirle el ritmo.

Inconmensurable nuestro Pepe.